Siempre me digo la misma mentira y cada vez la creo. Todo el tiempo que dejo mis deberes, ya sean personales, escolares o laborales para el final, mientras los estoy haciendo al borde del dead line asignado pienso en que esa vez es la última vez que voy a dejar que todo se me junte y que seccionaré mi pila de deberes en cachitos para que no se sienta tan pesado. Esta es mi más grande falacia; no lo voy a hacer y creo que ya sé porque no sucede.
Mi cerebro funciona de la siguiente manera, pienso en todo lo que tengo que hacer, me abrumo y lo archivo en una carpeta cerebral que dice "cosas que no quiero hacer pero tienen que salir esta semana" y la guardo al fondo del archivero más distante en los pasillos de mi mente para que deje de pensar tanto en todo ese torbellino de deberes y pueda hacer cosas que quizá pude dejar para después y avanzar con mi trabajo.
Que este sea el funcionamiento que he adoptado hasta ahora no signifique que sea el más funcional para mi; me gusta porque es el más fácil a corto plazo. Me refiero a que al aplazar todo recibo una recompenza momentánea a corto plazo de placer y confort al tener todo organizado pero esta sensación es en parte falsa porque si está ordenado pero pasé más tiempo ordenándolo que usando ese tiempo en realmente haciendo mis cosas.
La recompensa inmediata se siente muy bien y ese es mi némesis actual. Poder gestionar mi tiempo de tal forma que la recompensa tarde un poco más pero sea a largo plazo es lo que busco, el cambio duele pero creo que vale la pena. Espero poder salir esta falacia autoimpuesta pronto. Te mantendré al tanto.
Cuéntame si te pasa algo parecido, no creo que sea la única. Ver tik toks tres horas es pasión de muchos y muchas.
-Un gran humano
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